Ya sabes que como guía y líder de Empleo Público, mi objetivo es guiarte en cada paso del camino para que puedas conseguir una plaza fija como funcionario. Uno de los temas más decisivos a la hora de opositar es escoger un preparador de oposiciones adecuado. Por ello, te voy a dar algunos consejos prácticos y basados en información contrastada para que tomes la mejor decisión.
¿Qué es un preparador de oposiciones?
Un preparador de oposiciones no es solo un profesor que te enseña el temario, es profesional con experiencia en un cuerpo o escala de la Administración que se dedica a orientar, formar y acompañar a aspirantes en su camino hacia la superación de las pruebas selectivas.
Un preparador no trabaja con grupo amplios, sino que suele tener un trato personalizado con el alumno/a, con el fin de adaltar el temario, hacer simulacros, ayudarle con las técnicas de estudio que necesita, etc.
Diferencia entre Academia y Preparador de Oposiciones
La diferencia principal entre un preparador de oposiciones y una academia es que el opositor cuenta con un apoyo de calidad que multiplica las opciones de éxito. Un mal preparador puede retrasar tu objetivo y desmotivarte; un buen preparador te aportará estrategia, confianza y resultados medibles.
Lo recomendable, si puedes, es probar ambas opciones antes de decidir. Muchos opositores comienzan en una academia y luego optan por un preparador privado para la recta final.
Cómo elegir al preparador de oposiciones adecuado:
- Verifica su experiencia
Comprueba si el preparador ha aprobado la oposición que enseña y si conoce los últimos cambios normativos. No es lo mismo alguien que aprobó hace 20 años que alguien que se mantiene actualizado con las convocatorias recientes.
- Pide referencias
Habla con antiguos alumnos o busca reseñas en foros y comunidades de opositores. Un boca a boca positivo suele ser la mejor garantía de que el preparador cumple con lo que promete.
- Evalúa su metodología
Pregunta cómo trabaja: ¿Hace simulacros de examen? ¿Corrige ejercicios de desarrollo o test? ¿Da feedback individualizado? Una metodología activa y adaptada a tu perfil es esencial para aprovechar al máximo el tiempo de estudio.
- Disponibilidad y compromiso
Un buen preparador debe tener tiempo para resolver tus dudas y ofrecer seguimiento continuo. Evita a quienes acumulan demasiados alumnos y apenas pueden atenderte de forma personalizada.
- Relación calidad-precio
Los honorarios suelen oscilar entre 60 y 200 euros al mes, dependiendo de la especialidad y del nivel de personalización. No siempre lo más caro es lo mejor, pero desconfía de tarifas excesivamente bajas: pueden esconder falta de dedicación.

¿Es necesario un preparador en todas las oposiciones?
Hay algunas oposiciones más sencillas que no requieren de un preparador como tal, con una academia para facilitar el temario y ayudarte en los aspectos básicos es suficiente. Un ejemplo sería auxiliar administrativo. Sin emabrgo, si estás opositando para Hacienda o Sanidad yo sí que recomendaría buscar un buen preparador de oposiciones para llevar un trato personalizado.
Para acabar, recuerda que que aprobar una oposición no es cuestión de suerte, sino de estrategia y constancia. Elegir un buen preparador de oposiciones es una inversión en tu futuro como funcionario, y puede ser el factor que te permita finalmente conseguir una plaza fija.
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